Por Miguel A. Jiménez
Barth, un cerdito de apenas dos meses de nacido fue llevado al módulo de vacunación en la colonia Mariano Matamoros en donde sólo lo pudieron desparasitar y al recibir la pastilla soltó el llanto.
Llevado en brazos en una bolsa de tela por la señora Blanca, Barth solo asomaba su trompa rosadita para observar lo que pasaba afuera.
Al momento de recibir la pastilla desparasitante lloro un poco al ser sometido a este tipo de acciones nuevas para el.
Barth llegó como regalo a Alex con quien juega a diario en su casa.
La señora Blanca dijo que es muy travieso, “ahorita porque lo traigo cargado, pero nomás lo suelto en la casa y se la pasa corriendo”.
¿Que va a pasar cuando crezca, lo va hacer carnitas?
Entre risas la señora Blanca dijo que no, lo llevaría al rancho pero jamás se lo comerían.
Barth no crecerá debido a que es un mini cerdito que no tiene un crecimiento marcado, ya que es doméstico y solo viven en el interior de los hogares.